El primer día

Estaba siendo un día de lo más largo y de los más embarazoso.
Todo el mundo me miraba por que era la nueva y la hija del jefe de policía cuya caprichosa exmujer le había avandonado y se había ido con su hija.
Una vez en el comedor, Jessica me había presentado a un montón de gente y a medida que me los presentaba, iba olvidando sus nombres. Pero fue en ese momento cuando los ví. Eran cinco y no eran como los demás alumnos del instituto, éstos eran misteriosos y todos ellos tenían una belleza que hacía daño a la vista, incluso te hacía sentir desdichado e insignificante. Eran dos mujeres y tres hombres. La chica más agraciada era una bella rubia de belleza cegadora. El hombre más ermoso era sin duda el hombre del pelo cobrizo.
Eran muy misteriosos... Me pregunto como serán conociendoles.

Entre con Jasper al comedor del instituo, seguida de mis hermanos.
Una chica, creo que oi que se llamaba Isabella, nos miraba fijamente, a mi y a los demas, no le hice mucho caso "pero un canvio de look no le iria nada mal" pense, segui caminando hasta llegar ha la mesa de siempre:
Emmet y Rosalie, ya estaban sentados y Edward me pisaba los talones, me sente junto ha Jasper y me empeze a preguntar por que me sonaba esa chica...

Vamos Alice!!! LLegamos tarde!!- Que ironía pensé, siendo un vampiro es imposible llegar a ningun lugar tarde...Aquel día era como cualquier otro dia en Forks...Nublado, húmedo y lluvioso, perfecto. No me entusiasmaba mucho la idea de ir todos los dias (excepto aquellos dias que eran soleados) a un lugar lleno de humanos, de ese delicioso olor a sabgre humana que tanto quemaba la garganta, pero con mis aparentes 17 años, la gente podia sospechar si no estaba matriculado en el unico colegio de ese pequeño pueblecito. Visto lo visto iba a ser un dia normal y corriente, Matematicas a primera, Quimica a segunda y despues el almuerzo...A la hora del almuerzo nos dirigimos a nuestra mesa de siempre pero de repente algo fresco y con un olor muy diferente y a la vez mas delicioso que el resto de los olores golpeo mi garganta...y ella estaba alli, Isabella Swan, la chica nueva. Alice me habia advertido de la llegada de una chica nueva al instituo, pero no le habia dado mucha importancia, hasta aquel momento que su aroma me estaba haciendo la boca agua...esto iba a ser algo muy complicado a partir de ese momento

Seguia sin recordar de lo que me sonaba esa chica, asi que me rendi y deje intentar recordar.
Entonces vi a Edward, estaba muy tenso, miraba fijamente a algun sitio, tenia que ser algo extraño, por que Edward no se tensaba facilmente.

Todos los miembros de la mesa eran realmente hermosos. La chica del pelo negro como el carbón, andaba con pasos gráciles como los de una bailarina aunque cualquier bailarina, se sentiría desdichada a su lado. Tenía una cara hermosa como la de los demás pero dulce como un duendecillo.
- Jess, ¿quiénes son esos? - Dije haciendo un movimiento lebe de cabeza hacia su lugar.
- Son los Cullen, el Doctor Cullen y su esposa los adoptaron cuando eran pequeños. Los dos rubios, son gemelos, Rosalie y Jasper Hale. El moreno grande, es Emmett y está liado con la chica rubia, Rosalie. La chica del pelo negro, es Alice y también está con uno de ellos, con Jasper. Y bueno el del pelo cobrizo, es Edward Cullen. Edward, Emmett y Alice, son familia.
- ¿Siempre se sientan sólos?
- Bueno, no suelen juntarse con el resto de la gente, son muy raritos.
Fueron los únicos que no me obserbaban como estúpidos como el resto de los alumnos. Nadie se inmutaba de su presencia... ¡Con lo interesantes que eran!
- No pierdas el tiempo con el Bella - Me dijo mientras miraba anonadada al chico más hermoso de todos, Edward.
- No tenía pensado hacerlo.
Me pregunté cuando tiempo hacía cuando la rechazó.
En ese momento, Edward nos miró como su hubiesemos dicho su nombre y hubiese reaccionado... era muy extraño.

Me levante, un poco rapido para un humano, pero nadie me veia, coji mi bandeja llena de comida, tire la comida a la basura y deje la bandeja en su sitio, volvi a la mesa, recogi los libros de la clase que me tocaba y me fui hacia la salida, Jasper no dudo y me persiguio hacia la clase que nos tocaba, la de Literatura.

Seguía mirando a aquella familia tan misteriosa y hermosa cuando la chica que respondía al nombre de Alice se lebantó a una velocidad de espando y se dirigía con su bandeja llena de comida y con un paso tan bello como sus físicos y la tiraba a la basura. Cuando se iba del comedor, me dí cuanta de que ninguno de sus familiares había probado bocado alguno y que el comedor se iba vaciando. Ya era la hora de irse a clase. Una chica que tuvo la amabilidad de recordarme su nombre, Angela, me acompañó a mi siguiente clase, Biología. Nos dirigimos juntas a la clase, ninguna de las dos hablamos mucho, se notaba que ambas éramos tímidas y eso me dejó seguir pensando en la familia Cullen y en especial, en Edward Cullen.

¿Cómo era posible que no fuese capaz de leerle la mente a aquella chica tan insignificante?
Aun que a su vez, tan irresistible... No paraba de barajear las infinitas formas de tentar a la chica nueva, la de las visiones de Alice, para que se siguiera y poder llenarme del flujo de su vida... ese manjar de excelente fragancia que me estaba volviendo loco... ese perfume de sangre que nunca antes de mi larga existencia había olido jamás...

Por fin llegó la hora de marcharme a clase de Biología y perder de vista, y de olfato, a aquella chiquilla.
Había conseguido soportar la tentación de no defraudar a Carlisle y a Esme... había conseguido no guiar a la chica a una muerte segura en manos de un monstruo.